Por Reyna Hernández Haro
Desde hace bastante tiempo circula en el panorama literario jalisciense –y mexicano– una revista que “desplegó sus alas” en busca de escritores jóvenes: Papalotzi. Es de reconocer el esfuerzo realizado por el equipo que la integra, pues ha logrado mantenerse vigente entre los lectores. El proyecto me lo compartió Berónica Palacios una tarde de café en 2005; por aquel entonces me hablaba del poema fragtal, del interés por mostrar a escritores en lengua natural y evidenciar esa parte de nuestro país, de la intención de llegar a otros lugares del mundo, de ser un medio por el cual pudieran conocerse escritores valiosos aún en las sombras.
La revista comenzó a distribuirse en varios lugares de la Zona Metropolitana de Guadalajara, de México y en algunos países donde se encontraban corresponsales de la misma –Chile era uno de ellos–; la persistencia de su Directora, Berónica Palacios, hizo de Papalotzi un referente cercano para jóvenes escritores de narrativa y poesía, así como un espacio al que acudían investigadores de lenguas naturales de México, por las creaciones originales. Este mérito resultó tan gratificante que se editó un número especial con la escritura realizada en torno a esta temática. Papalotzi no sólo es una revista para estudiosos de literatura, también lo es para los de sociología, antropología, historia o lingüística por la calidad de sus contenidos.
Un par de meses atrás la revista presentó su número 24 en un pequeño lugar de Guadalajara. La asistencia –en su mayoría jóvenes– estuvieron atentos a las lecturas realizadas. Al final, fuera de todo convencionalismo, se realizaba una rifa para motivar la interacción con los escritores antologados asistentes, la presentación se convertía en un festejo. Comparto con ustedes una entrevista a puertas abiertas con Berónica Palacios para invitarnos a conocer la revista.
- ¿Podrías hablarnos del concepto de la revista Papalotzi? ¿Cómo surgió la idea? ¿Qué objetivos persigue?
La revista Papalotzi nace en septiembre de 2004 con el fin de promover las lenguas vivas que han sido investigadas en su mayoría por extranjeros. Es un proyecto diferente a lo que se encuentra en el entorno de Guadalajara. Surgió por la necesidad de promover y difundir las lenguas indígenas y que por medio de este vínculo lleguen al mayor número de lectores para acrecentar la conciencia histórica de lo que a pesar de todo, todavía no hemos perdido. Es un proyecto para fortalecer nuestras raíces que a través del tiempo han sido rezagadas en brazos del pasado. Papalotzi se deriva de la palabra náhuatl papalotl que significa mariposa, al tomar una palabra en lengua natural o lengua indígena, el proyecto se compromete a rescatar las lenguas que se aferran a cantarle a la vida en el acontecer cotidiano de los pueblos antiguos y que todavía coexisten en nuestro país.
Papalotzi es un proyecto que nace con el fin de difundir la obra de escritores y artistas plásticos en nuestro estado y en el país. Desde hace siete años a los creadores indígenas se les dio relevancia en las páginas centrales; ellos saben engalanar la palabra con encanto, riqueza lingüística y cultural. En el interior de la revista se concibe un universo de creación literaria ahí, existe un semillero de nuevos talentos, tanto voces emergentes como reconocidas en el medio literario. El compromiso con nuestra patria es redescubrirlas y mostrarlas con arte e ingenio a los mexicanos que hablan español y a los mexicanos que hablan mexicano, llamándole así ellos, a su lengua natural, ya sea náhuatl, wixarika, Chol, tseltal y purépecha entre otras.
Contenido de la revista:
En primera instancia aparece un poema fragtal, que está a pie de página conforme se va leyendo en cada una aparece un verso hasta concluir el último verso del poema en la última página de la revista, de esta manera se obliga al lector a una segunda lectura. Del 2004-2007 había una sección de semblanza sobre personas comprometidas con el mundo literario, se ha hablado de músicos como Jorge Reyes; talleristas como Roberto Villa; editores como Víctor Manuel Pazarín. De igual manera había otra llamada Juglares dejando huella, en dónde se retomaba el arte de las personas que contaban historias trasmitiéndolas de boca en boca y de generación en generación, allí se trasladan los dichos, tradiciones orales de los pueblos, leyendas y costumbres que todavía susurran algunas voces viejas. Actualmente hay sección de prosa poética, música, poesía y la sección principal está dedicada a quienes continúan usando las lenguas indígenas se incluye una traducción en español y entrevista o panorama cultural del autor o la lengua.
Como la revista es de creación cultural se pretende dar realce a todo tipo de arte y así, promover a los artistas gráficos y plásticos para llegar a ser un vínculo entre los creadores indígenas y urbanos. Actualmente cuenta con registro de marca y está en proceso el ISSN.
- ¿Cuántas personas están involucradas en la creación de la revista?
Actualmente somos un equipo de personas que ofrecemos nuestra experiencia en diversas áreas: literatura, diseño, artes plásticas y distribución. Soy la directora, hay un diseñador y un Consejo editorial conformado por cinco personas. El resto de quienes participan, es decir los corresponsales y amigos, nos ayudan a difundir la revista, aunque no son constantes y regularmente cambian.
- ¿Cómo logras la invitación de escritores en lengua indígena?
La invitación se hace vía internet, ya que en ocasiones cuando se les hace de manera personal aceptan, pero los textos nunca llegan. Amigos indígenas que han creído en Papalotzi nos recomiendan y de esta manera se logran las colaboraciones más preciadas de la revista. Otra manera es contactarlos por redes sociales o blogspots.
- Hemos observado que ahora no sólo diriges la revista Papalotzi, además están involucrados en un proyecto editorial ¿por qué surge esa necesidad? ¿Cuál es el objetivo?
El proyecto se llama Ediciones Papalotzi, que originalmente inició con la publicación de una antología de poesía que festejaba un aniversario de nuestra revista: el Maripisario. Luego surgió la idea de hacer otro libro, luego otro y así sucesivamente cuando nos percatamos ya teníamos en marcha los servicios editoriales. A la fecha hemos publicado 24 títulos entre poesía, cuento, novela y obras testimoniales.
Nuestro objetivo es abrir una oferta editorial a autores nuevos, que no tienen acceso a las grandes editoriales comerciales y promoverlos en un mercado local y nacional. Aunque se trata de un proyecto independiente a la fecha viene caminando con pasos seguros.
- ¿Cuáles son los proyectos que siguen?
En este momento estamos preparando un número especial de la revista con autores indígenas de toda América, en conjunto con el investigador Aarón Rueda. Será una de las pocas antologías al respecto y esperemos que tenga buena acogida de la gente. También tenemos un par de libros en preparación y un proyecto colectivo de Crónicas de viaje. En fin, mucho trabajo, pero pleno de expectativas.
Pueden saber más de este proyecto buscándolos en facebook o en:
http://revista-papalotzi.blogspot.mx/