APARIENCIAS
Vivimos de apariencias cada día que pasa.
Se ha hecho una mala costumbre, difícil de conllevar.
Fingir, algo que no lo es, un sentimiento que no se tiene,
palabras que suenan huecas y llenan la boca
de inútiles y desagradables mentiras.
Apariencias que engañan al pasar tantas veces
adoptando aspavientos, posturas que no sincronizan con nuestros hábitos,
frases soeces que dejan un rastro de incredulidad.
Alas rotas se elevan escondiendo grietas,
espasmos, vicisitudes tenebrosas que nadie debe observar.
Apariencias te rodean como una piel sobre tu piel,
no te dejan respirar,
sentir que el aire engañoso entra por tus poros
y el resentimiento se viste con su mejor postura.
Un universo programado se agiganta avasallando principios y virtudes.
Un espejismo nos rodea mostrando un planeta ficticio
en donde se esconden situaciones que no queremos admitir.
El espejo sólo refleja imparcial, la cara oculta, la realidad desnuda,
desvalida, sin protección ante la mirada escrutadora del vulgo.
Vivimos un mundo que se ha acostumbrado a falsear la verdad,
con el fin de destacarnos, y ser tomados en cuenta,
recibir la admiración de los demás, sembrar la envidia
y ocupar el lugar privilegiado que a veces
no nos corresponde , pero que sí admite, la corrupta sociedad.
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Marianela Puebla